Gafas de Sol Lozza

Fundada en 1878, Lozza es la marca de gafas más antigua de Italia. Entre las páginas de su historia, encontramos un enfoque constante en el futuro y en la innovación. Esta historia dota a la marca de una superioridad innata. Su clasicismo y refinamiento tradicional, mezclado con una inspiración vintage muy evocadora, da lugar a artículos con sabor contemporáneo.

Lozza no es sólo un gran ejemplo de éxito personal, familiar y empresarial; también es el promotor de uno de los fenómenos industriales italianos más interesantes. Allá por 1878, un pequeño grupo de personas fundó un pequeño taller - y la semilla temprana de todo un imperio de gafas - equipado con tecnología, tenacidad e ingenio, evitando así la emigración a la que se enfrentaba la mayor parte de la población de Cadore. Giovanni Lozza y dos vendedores ambulantes de gafas montaron una fábrica de gafas y poco a poco convencieron a sus amigos y parientes para que abrieran ópticas en varias ciudades de la región del Véneto.

La empresa duró poco y Giovanni Lozza continuó su aventura comercial solo, construyendo maquinaria para vidrios vendidos por terceros. En junio de 1912, inauguró oficialmente el taller mecánico de Lozza. Entre las dos guerras, la empresa abrió una sucursal en Salo y dos almacenes en Roma y Milán. Lozza ha sido recompensada con premios internacionales y honores al mérito por todo su arduo trabajo, como un ejemplo de emprendimiento exitoso en todo el mundo.

En la Actualidad la marca ha introducido un nuevo logo icónico. El uso recurrente de líneas en sus archivos históricos ha llevado a Lozza a desarrollar un friso compuesto por cinco líneas horizontales que recuerdan las cinco letras que componen el nombre de la marca. Como homenaje a su herencia, Lozza ha extendido este friso a todas las gafas de sol y monturas ópticas, representando la marca de manera inequívoca. Las únicas excepciones son los modelos icónicos Cooper, Macho y Zilo de la marca, que conservan sus logotipos históricos.